PROYECTO EDUCATIVO INTEGRAL CLARETIANO
Todos los que compartimos el espíritu de Claret, bien como religiosos o
como Laicos, hemos sido herederos de un estilo de vida y de un ministerio
profético, don del Espíritu Santo, y del radicalismo del Evangelio, herederos
del misterio Pascual, de la solidaridad con quienes sufren por la injusticia,
la pobreza, el dolor, la marginación.
Los educadores Claretianos debemos ofrecer el signo profético de una
verdadera comunidad cristiana que se hace visible en la vivencia de los valores
evangélicos en la convivencia fraterna, como en la corresponsabilidad de adelantar
el proyecto educativo con todos los integrantes de la comunidad. (Religiosos,
docentes, estudiantes, padres de familia, representantes y personal
colaborador.).